El argentino que eligió quedarse en Ucrania
Mientras su esposa e hijo cruzaron la frontera, él “decidió quedarse a cuidar la casa porque es lo único que les queda”.
Ya son como 2 millones de personas que se escaparon de la guerra, entre ellas más de 80 argentinos. Pero también están los que no quieren abandonar su hogar. Marcelo Mack, de 52 años y nacido en Tres Arroyos (Provincia de Buenos Aires), es uno de esos. Vive en la ciudad ucraniana de Ivano-Frankivsk, con su esposa e hijo, y se quedó en una zona de guerra mientras su familia se escapó a Rumania.
“Le dije a mi mujer que se vaya, que busque un lugar cerca de la frontera. Si el panorama mejoraba, volvería, sino me uniría con ellos. Mientras tanto alguien tenía que cuidar la casa y las gatas“ dice el argentino.
También contó él y su esposa se quedaron sin trabajo por la guerra, además de cómo se vive en su ciudad ahora: “Si la sirena suena tres veces tenemos que evacuar al búnker bajo tierra que tiene el edificio. No solo es desesperante escuchar las alarmas, sino llegar al lugar que es húmedo, hace frío, hay cañerías y escombros. No está preparado para recibir gente, pero es el que te salva de cualquier ataque aéreo. Hoy solo quiero sobrevivir”.
