Una familia necesitó casi un millón de pesos para no ser pobre en julio
El Indec publicó su informe de julio y dejó en claro algo alarmante: las canastas básicas alimentaria (CBA) y la canasta básica total (CBT) subieron un 3,1%. Estas canastas marcan el nivel de ingresos necesarios para no caer en la indigencia ni en la pobreza, y esta es la primera vez en el año que ambas aceleran su aumento.
A lo largo del primer año de Milei, las cifras venían en descenso, pero julio rompió esa tendencia. Por ejemplo, en enero la CBA aumentó un 18,6%, y en junio solo un 1,6%. Lo mismo con la CBT, que pasó de un 27% en enero a un 2,6% en junio.
Este incremento del 3,1% en las dos canastas tiene lógica si miramos el aumento de los alimentos en el IPC, que subieron un 3,2% en el mismo período. A pesar de esto, el aumento acumulado de las dos canastas en lo que va del año sigue estando por debajo de la inflación, que ya suma un 87%. En comparación, la CBA subió un 68,6% y la CBT un 81,7%.
Mirando los datos interanuales, la canasta básica alimentaria y la canasta básica total subieron un 263,4% y un 261,8% respectivamente en julio. Esto quiere decir que los precios de los productos esenciales se movieron al mismo ritmo que los del IPC, que también aumentaron un 263,4% en los últimos 12 meses.
Pero lo que más llama la atención del informe del Indec es la cantidad de plata que necesita una familia tipo para no ser pobre: $900.648. Si es una familia de cinco personas, la cifra sube a $947.283. Y para no ser indigente, estas familias necesitarían $405.697 y $426.704, respectivamente.
En la Ciudad de Buenos Aires, las cifras oficiales del gobierno porteño marcan que una familia necesita $929.845,19 para no cruzar la línea de pobreza, superando en $29.000 al cálculo nacional del Indec. Además, para ser considerados de clase media en la capital, los ingresos deberían alcanzar los $1.450.239,45.